Si hay una palabra que puede resumir la última edición de la feria SIMO de educación y tecnología es CAMBIO, optimista e ilusionante, complejo pero factible, un cambio imprescindible para crear un sistema educativo más sano.
Hemos podido compartir con los mejores: el rector de la facultad de educación de la Universidad de Helsinki, los artífices del proyecto Horizon 2.0 de los Jesuitas de Cataluña, maestros galardonados por sus prácticas educativas … Volvemos muy tranquilas, porque en Dallington School estamos a la vanguardia, no sólo en tecnología aplicada a la educación, sino en nuestras prácticas docentes y modelo de gestión educativa.
Se puede pensar de forma equivocada que el cambio al que se refieren los expertos viene determinado por la necesidad de incorporar la tecnología en las aulas sin más. El cambio no se ciñe a esta medida, sino que debe ser sistémico, lo que implica:
- Una nueva mirada al alumno. Educamos personas, no cerebros a los que hay que alimentar de contenidos. Desde la escuela debemos acompañarles en su proyecto vital, no creárselo; debemos ayudarles a que descubran qué es lo que quieren hacer, a través del desarrollo de todas sus competencias y el refuerzo de sus potencialidades.
- Las familias deben colaborar activamente en el proceso de desarrollo de las competencias para el siglo XXI.
- La verdadera innovación tecnológica pasa por convertir la tecnología en transparente. La tecnología forma parte de la enseñanza no como una asignatura más, sino como una herramienta fundamental para motivar el aprendizaje.